Montar una startup es un reto en cualquier parte del mundo, pero en España, dar el salto más allá de la fase inicial resulta especialmente complicado. Según datos recientes, solo una de cada cinco startups en el país alcanza la serie A, lo que destaca las dificultades inherentes al ecosistema emprendedor español, donde muchas iniciativas no logran crecer.
Los obstáculos son variados, siendo la financiación insuficiente el más destacado. La transición a la serie A no solo requiere validar un modelo de negocio, sino también ampliar el equipo, explorar nuevos mercados e invertir significativamente. Otros retos incluyen la internacionalización, la atracción de talento con experiencia y la gestión de la deuda técnica, factores que pueden frenar el avance de una startup.
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el ecosistema español de startups ha mostrado una notable fortaleza. En 2024, las startups del país recaudaron cerca de 1.900 millones de euros, y en la primera mitad de 2025, esta cifra ya fue superada. Con más de 5.000 startups activas, España se ha convertido en uno de los principales polos de inversión en Europa, evidenciando un crecimiento tanto en número como en financiación. No obstante, el reto de avanzar hacia la serie A persiste como un escollo prominente.
Para evitar convertirse en parte de las estadísticas negativas, los expertos aconsejan enfocarse en métricas precisas desde el inicio, adoptar una visión global del producto, construir equipos con experiencia y gestionar adecuadamente la deuda técnica. También destacan la importancia de establecer relaciones con inversores y mentores desde los primeros pasos. Con la preparación adecuada y una estrategia efectiva, las startups españolas podrían superar estas barreras y aprovechar las crecientes oportunidades del ecosistema nacional.