En una reciente comparecencia en el Congreso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó la política migratoria del ejecutivo, subrayando la relevancia de la inmigración para contrarrestar los discursos de odio promovidos por la derecha del Partido Popular (PP) y la ultraderecha de VOX. Enfatizó que un abrumador 94% de los inmigrantes en España son legales y destacó su contribución al tejido económico y social del país. Sánchez puntualizó que la inmigración no solo es una cuestión de humanidad, sino una necesidad económica esencial para enfrentar el reto demográfico de las próximas décadas, donde el envejecimiento de la población pondrá en jaque la fuerza laboral.
Ante un panorama en el que más de la mitad de las empresas españolas enfrentan dificultades para encontrar trabajadores y donde las vacantes no cubiertas superan ya las 150,000, Sánchez defendió la inmigración como una herramienta crucial para asegurar la sostenibilidad del bienestar social. Argumentó que los migrantes aportan un 10% a los ingresos de la seguridad social, mientras demandan un 40% menos en servicios públicos que los ciudadanos nacidos en España. Además, la presencia de inmigrantes ha sido vital para revitalizar localidades rurales que, de otro modo, enfrentarían el despoblamiento. En su discurso, remarcó la importancia de respaldar políticas que fomenten la natalidad y que, simultáneamente, aborden de manera efectiva la integración de los migrantes para fortalecer la economía y la cohesión social del país.
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