En la era de la transformación digital, la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad ineludible para las empresas españolas. Sin embargo, los retos que enfrentan en su camino hacia la protección eficiente son cada vez más complejos. Según el reciente Informe de Ciberpreparación 2024 de Hiscox, la abrumadora mayoría de las organizaciones en España, un 96%, ha sufrido un ciberataque en el último año. Este dato alarmante refleja la urgencia de abordar una serie de desafíos que están poniendo en jaque la seguridad digital de las corporaciones.
El informe de Hiscox, que anticipa los principales retos y riesgos para el 2025, destaca que el 19% de los encuestados considera que la rápida evolución de las amenazas cibernéticas es el mayor obstáculo. A esto se suman la complejidad de las infraestructuras tecnológicas (15%), restricciones presupuestarias (13%) y un preocupante nivel de falta de concienciación entre los empleados (13%). Además, la escasez de personal capacitado en ciberseguridad (12%) y el insuficiente apoyo de la alta dirección (9%) configuran un escenario preocupante para quienes buscan fortalecer su ciberdefensa.
Entre los riesgos más significativos identificados en el informe se encuentra el alarmante aumento de los ciberataques, mencionado por el 70% de las organizaciones. Este incremento se debe, en parte, al uso intensivo de herramientas de inteligencia artificial por parte de los ciberdelincuentes, así como a los ataques provenientes de proveedores externos que comprometen la cadena de suministro. El teletrabajo, adoptado masivamente durante la pandemia, también ha abierto nuevas brechas de seguridad, con un 51% de las empresas señalando vulnerabilidades asociadas al acceso remoto desde dispositivos personales.
Otro factor de riesgo destacado es el uso de tecnología obsoleta, que carece de actualizaciones de seguridad efectivas, mencionada por el 25% de las compañías. Este problema se agrava con la frecuencia de actualizaciones y la constante necesidad de aplicar parches, lo que resulta en organizaciones saturadas y vulnerables a brechas de seguridad.
El informe también señala que las compañías deben estar atentas a los cambios normativos, como las regulaciones NIS-2 y DORA, que impactan especialmente en sectores como la banca y los seguros. Para enfrentar estos desafíos, Hiscox sugiere que las empresas adopten enfoques más robustos y estén en mayor alerta frente a posibles amenazas, promoviendo prácticas como la estrategia de Confianza Cero, que exige una verificación constante de los accesos a los sistemas corporativos.
«La ciberseguridad ha dejado de ser una cuestión puramente técnica para convertirse en esencial para la continuidad y expansión empresarial. Es crucial aumentar la conciencia sobre estos riesgos y asignar los recursos necesarios para fortalecer la ciberresiliencia», señala Ana Silva, responsable de Suscripción de Producto Ciber en Hiscox Iberia.
Para las empresas españolas, el escenario de ciberseguridad está repleto de desafíos, pero también de oportunidades para innovar en la protección de sus activos. La inversión estratégica en tecnología actualizada, la capacitación correcta del personal y la incorporación de enfoques modernos de seguridad serán vitales para garantizar la resiliencia y la continuidad operativa en un mundo digital cada vez más complejo.