Casi un mes después de que la DANA azotara la comunidad de Valencia, los residentes de municipios como Benetússer continúan buscando sus vehículos entre los amontonados en los denominados ‘cementerios’ de coches. Manuel Rubio, inspector de ITV y coleccionista de coches, se desplazó desde Motilla del Palancar para intentar recuperar su Peugeot-407, el cual fue arrastrado por la corriente el 29 de octubre tras asistir a la boda de su hijo. Acompañado por su hijo, Samuel, y un amigo, Rubio expresa la frustración de una búsqueda interminable mientras relata cómo la preocupación por el vehículo le ha causado una alteración emocional significativa, agravada por la sensación de abandono al no ver ninguna autoridad ni recursos disponibles cuando el desastre ocurrió.
Paralelamente, Alba Tatay, residente de Benetússer, también se reúne con su vehículo tras ser notificada por la Policía Local. Aunque consciente de que no quedaba mucho por salvar, el reencuentro le permitió rescatar objetos de valor sentimental, como un peluche que la ha acompañado en diferentes coches. Observa con resignación las consecuencias de una inundación que dejó su coche, casi pagado, irreconocible y en manos del agua. El relato de Alba, quien pudo atestiguar el viaje forzado de su coche desde su ventana, refleja una comunidad que, aún lidiando con el impacto del temporal, busca reconstruir sus vidas tras la devastación.
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