Miguel Ángel Pulpillo, conocido colaborador de televisión y exconcursante de Gran Hermano 8, ha revivido los momentos más difíciles de su vida tras haber sido atropellado en un paso de cebra en Roquetas de Mar, Almería. Pulpillo estuvo tres meses en coma y, debido a las severas secuelas, permaneció dos años ingresado en el hospital. Durante su intervención en el programa Fiesta, compartió el calvario que enfrentó a causa de problemas de movilidad y memoria, así como el impacto emocional de no poder retomar una vida normal. Pulpillo recuerda el momento en el que el conductor implicado pidió perdón, aunque expresó que el arrepentimiento parecía más una estrategia para eludir la cárcel.
Contra todo pronóstico médico, Pulpillo logró volver a caminar, pero las consecuencias del accidente han sido devastadoras. Ha perdido la fertilidad y ya no puede trabajar como agricultor, su ocupación anterior, obligándolo a depender de ingresos por alquiler. Asimismo, tuvo que alejarse de la vida pública, frustrando su sueño de participar en el programa Supervivientes. En medio de la resiliencia que ha demostrado, su historia pone de relieve las profundas cicatrices físicas y emocionales que aun enfrenta. Lejos de los aplausos que recibió el conductor por disculparse, Pulpillo continúa lidiando con el dolor de un futuro alterado para siempre.
Leer noticia completa en 20minutos.