El líder del Gobierno, Pedro Sánchez, se vio inmerso en un tenso intercambio con el presidente de la comisión de investigación del Senado sobre el ‘caso Koldo’, Eloy Suárez Lamata, durante el inicio de su interrogatorio. La sesión estuvo marcada por acusaciones mutuas y constantes intentos de mantener el orden por parte de los miembros socialistas del Senado. Sánchez, criticando la actitud de la comisión, calificó el proceso como una «comisión de difamación» y resaltó que su carácter la convierte en un «circo», lo que provocó reacciones inmediatas y la solicitud de Suárez para retirar sus comentarios del acta oficial.
La dinámica se tornó aún más tensa cuando la senadora de UPN, María del Mar Caballero, planteó sus preguntas y el presidente de la comisión intervino para señalar que algunos temas no estaban siendo respondidos adecuadamente. Sánchez, con un tono irónico, agradeció la «imparcialidad» de Suárez, disparando nuevamente las fricciones. Ante esta situación, el presidente de la comisión insistió en la seriedad del proceso, declarando que no iba a permitir evasivas y que su deber es garantizar que la sesión se desarrolle adecuadamente. La controversia se intensificó cuando se llamó al orden a otros miembros del PSOE, haciendo evidente la complejidad de la situación en el Senado.
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