Los hijos de Antonio Morales, un bombero jubilado de Beniel (Murcia), han anunciado su intención de emprender acciones legales para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte de su padre. Según afirman, Morales sufrió una emergencia médica y, a pesar de que una ambulancia se encontraba a solo tres minutos de distancia, fue asignada una unidad de Orihuela (Alicante), lo que pudo haber retrasado la atención que necesitaba con urgencia. La familia busca obtener respuestas sobre esta decisión, que consideran negligente, y examinarán las políticas de asignación de emergencias para esclarecer si hubo un fallo en el protocolo.
Este caso ha despertado inquietud en la comunidad, ya que resalta posibles deficiencias en la coordinación del servicio de emergencias en situaciones críticas. Los vecinos de Beniel han expresado su apoyo a la familia Morales, manifestando su preocupación por la capacidad del sistema para responder adecuadamente a emergencias locales. Las autoridades sanitarias no han emitido un comunicado oficial al respecto, pero la atención se centra ahora en la respuesta que ofrecerán ante el inicio del proceso legal. La transparencia en la gestión de emergencias y la revisión de los protocolos vigentes son ahora demandas clave en el debate que este caso ha impulsado.
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