En un giro inesperado de la campaña electoral en Estados Unidos, las recientes declaraciones del ex jefe de gabinete de Donald Trump, John F. Kelly, han intensificado la tensión política a solo 13 días de las elecciones. Kelly ha revelado que durante su mandato, Trump expresó admiración por los generales de Adolf Hitler, un comentario que ha generado una avalancha de críticas a nivel nacional. La Casa Blanca ha reaccionado con contundencia, con la secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, calificando de «peligroso y asqueroso» que Trump elogie a Hitler, mientras que el presidente Joe Biden ha reiterado sus calificativos hacia Trump de «fascista». Por su parte, Kamala Harris ha acusado al expresidente de querer utilizar al ejército para venganzas personales, alimentando la controversia en un ambiente electoral ya tenso.
Mientras tanto, la campaña de Trump se ha apresurado a negar las declaraciones de Kelly, tildándolas de intentos por desacreditarlo, en un momento donde las encuestas muestran una carrera presidencial extremadamente ajustada entre Trump y Harris. Algunos de los estados clave, conocidos como «swing states», como Georgia, Arizona, y Pensilvania, muestran ligeras ventajas para Trump, mientras que Harris lidera marginalmente en Wisconsin, Michigan y Nevada. Con ambos candidatos buscando centrar sus campañas en estos estados decisivos, las revelaciones de Kelly podrían jugar un papel crucial en la decisión final de los votantes, poniendo en el centro del debate la cuestión del carácter y liderazgo de los candidatos.
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