En la cocina, el calabacín se ha consolidado como un ingrediente versátil y económico, destacándose por su baja carga calórica. Aunque permite una amplia variedad de preparaciones, desde cremas hasta gratinados, esta vez se presenta una alternativa: las croquetas de calabacín y queso. A diferencia de la receta clásica que requiere bechamel, esta versión es más sencilla y se asemeja a la elaboración de albóndigas, con un relleno de queso que puede variar según las preferencias, asegurando que se funda adecuadamente al ser cocinado.
El proceso para preparar estas croquetas comienza con la trituración del calabacín y la mezcla de sus ingredientes, que incluye pan rallado y huevos. Una vez formada la masa, se moldean las croquetas rellenas de queso, que luego son empanizadas y fritas hasta obtener un dorado perfecto. Este platillo, además de ser fácil y económico, ofrece múltiples beneficios nutricionales, ya que el calabacín es bajo en calorías y rico en agua, fibra y vitaminas, favoreciendo la digestión y el mantenimiento del peso. Se recomienda acompañarlas con una salsa tzatziki para realzar su sabor.
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