En medio de la temporada estival, un enfoque audaz y creativo para el maridaje de vinos españoles con platos internacionales está desafiando las convenciones gastronómicas. Especialistas sugieren combinaciones inesperadas como un vino Albariño con sushi, aprovechando la frescura de sus minerales para complementar el sabor umami del pescado crudo. Otro giro propuesto es maridar un Tempranillo joven con tacos mexicanos, donde la fruta roja y el toque especiado del vino realzan las especias y la intensidad del picante. Estas propuestas innovadoras invitan a los amantes del vino a explorar nuevas formas de disfrutar de sus caldos favoritos durante las cálidas noches de verano.
Asimismo, la tendencia de romper las reglas tradicionales también incluye maridar un vino espumoso Cava con curry tailandés, logrando un equilibrio perfecto entre la efervescencia del vino y la complejidad aromática del plato. Para los amantes del queso, se sugiere disfrutar de un vino dulce de la región de Jerez con quesos azules, cuyo contraste entre el azúcar del vino y la intensidad del queso crea una experiencia sensorial única. Estas combinaciones, respaldadas por expertos, valoran tanto la creatividad como la rica diversidad del vino español, ofreciendo una nueva perspectiva para las cenas estivales e inspirando a quienes buscan experimentar más allá de las normas establecidas.
Leer noticia completa en El Mundo.