Las conservas de atún y bonito son una solución accesible y versátil en la gastronomía española, particularmente en épocas de baja energía como el verano. Se destacan por su capacidad para transformar comidas sencillas en delicias culinarias, gracias a sus métodos de conservación en agua, aceite o escabeche. El bonito del norte, apreciado por su sabor y textura delicada, se distingue del atún claro por su menor tamaño y color más claro. Ambos son capturados mediante métodos selectivos que minimizan el impacto ambiental, con el bonito pescándose cerca del Cantábrico y el atún claro en zonas tropicales.
Estos productos enlatados se utilizan comúnmente en muchas recetas tradicionales, desde la ensalada niçoise hasta la porra antequerana. Se pueden emplear en preparaciones rápidas como ensaladas mixtas, tortillas de bonito o platos más elaborados como patés y bocadillos improvisados. Su versatilidad permite combinaciones con diversos ingredientes, como pimientos, aceitunas o huevos, ofreciendo una amplia gama de sabores en poco tiempo. Las conservas de atún y bonito son un recurso valioso para quienes buscan opciones prácticas sin sacrificar el sabor.
Leer noticia completa en El Pais.