El expresidente y actual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, respondió en un mitin en Georgia a las acusaciones de su rival demócrata, Kamala Harris, quien le acusó de «invocar» a Adolf Hitler. Trump se defendió afirmando que no es nazi, asegurando ser lo «opuesto» a uno. En ese contexto, el candidato criticó duramente a Harris por las acusaciones, declarando que la demócrata está recurriendo a extremos en su retórica debido a su percepción de estar rezagada en las encuestas electorales. Georgia, un estado clave en las próximas elecciones del 5 de noviembre, se convierte así en un escenario de ataques verbales entre ambos contendientes.
La controversia se da en medio de un ambiente electoral tenso, donde Harris, además de acusar a Trump, ha tratado de redefinirse ante los votantes describiéndose como una «capitalista pragmática» para distanciarse de las etiquetas de «comunista». Trump ha aprovechado la oportunidad para señalar que Harris es una amenaza para la democracia y no apta para la presidencia, mientras insiste en que sus encuestas reflejan esta falta de aptitud. El intercambio subraya una campaña plagada de recriminaciones y retórica acalorada, reflejando la polarización política que vive el país de cara a los próximos comicios.
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