La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha generado una oleada de críticas tras sus recientes declaraciones sobre la absolución del exfutbolista Dani Alves, quien fue exonerado el pasado viernes de cargos de agresión sexual. Montero abordó la controversia en su cuenta de X, condenando lo que considera un cuestionamiento sistemático hacia las mujeres víctimas de agresiones. Sus comentarios fueron particularmente duros hacia el Partido Popular, acusándolos de ser inapropiados para hablar sobre justicia dada su postura sobre el Tribunal Constitucional. Montero calificó de «vergüenza» la sentencia que, según ella, prioriza la presunción de inocencia sobre el testimonio de mujeres jóvenes que se atreven a denunciar figuras influyentes.
Estos comentarios provocaron reacciones airadas tanto de partidos opositores como de asociaciones judiciales, que han pedido respeto a la independencia del poder judicial. La vicepresidenta fue acusada de socavar la confianza en el sistema, y líderes del PP como Alberto Núñez Feijóo expresaron que Montero no está capacitada para ocupar su puesto en el gobierno. El tribunal que analizó el caso de Alves anuló una sentencia anterior que lo condenaba a prisión, decisión que sigue generando divisiones políticas y sociales en un debate que mezcla temas de género, justicia y poder.
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