En el mundo de la ciberseguridad, el uso de la inteligencia artificial (IA) ha experimentado un aumento significativo, aunque sus complejidades y capacidades siguen siendo poco comprendidas por muchos profesionales del sector. De acuerdo con la última edición del informe «Voice of SecOps» de Deep Instinct, publicado el 3 de junio de 2025, un 86 % de las empresas ha intensificado su uso de IA en las operaciones de seguridad, señalando un cambio substancial en sus estrategias. No obstante, las lagunas en el conocimiento persisten.
El reporte, titulado «Cybersecurity & AI: Promises, Pitfalls – and Prevention Paradise», identifica que un 72 % de las organizaciones ha modificado sus estrategias debido al auge de la IA. Sin embargo, un notable 38 % de los encuestados admite no poder diferenciar entre «machine learning» y «deep learning». Esta falta de comprensión podría tener serias repercusiones.
Las amenazas se han vuelto más sofisticadas, con un impresionante aumento en los ciberataques impulsados por IA. Un 46 % de las empresas reportó un incremento en los ataques de «phishing» dirigidos, mientras que un 43 % sufrió intentos de suplantación a través de «deepfakes». Además, el almacenamiento en la nube se identifica como uno de los principales riesgos, junto al «phishing».
Ante estos desafíos, el 82 % de las organizaciones está adoptando estrategias preventivas, aunque la presión para actuar proviene, en un 64 %, de la alta dirección. Si bien la IA reduce el tiempo dedicado a tareas manuales, los profesionales señalan un aumento en el agotamiento laboral. Con nuevas regulaciones emergentes, un 37 % teme sanciones económicas relacionadas con la IA.
Deep Instinct propone un cambio radical hacia un enfoque preventivo mediante «deep learning». Su plataforma, DSX, promete anticiparse a amenazas desconocidas con un impresionante 99 % de eficacia. Lane Bess, CEO de Deep Instinct, enfatiza que “solamente con una prevención proactiva podemos recuperar el control”.
El informe subraya que, aunque la adopción de IA es inevitable, comprender sus capacidades es esencial en un mundo donde los ciberataques son cada vez más complejos. Con una encuesta realizada a 500 responsables de ciberseguridad en sectores críticos, el estudio pinta un panorama claro: la prevención ya no es opcional, sino una urgente necesidad.
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