En una decisión judicial reciente, el fallo sobre la prohibición de la aplicación TikTok ha suscitado críticas significativas por no haber exigido un análisis detallado respecto a la Primera Enmienda. Este aspecto ha generado una fuerte desaprobación entre expertos en derechos civiles, quienes han mostrado su decepción al observar que la Corte no evaluó de manera adecuada el impacto de esta medida sobre la libertad de expresión de millones de estadounidenses.
El núcleo de la oposición a esta prohibición se centra en el argumento de que la intención del gobierno de prevenir posibles daños futuros no es suficiente para justificar la limitación del derecho a la libre expresión. Los detractores sostienen que la Corte ha ignorado el verdadero objetivo detrás de la ley, que es controlar el contenido que los estadounidenses pueden ver y compartir, constriñendo así la diversidad de información a la que pueden acceder los ciudadanos.
Se añade a este argumento que los adversarios extranjeros de Estados Unidos cuentan con diversas formas para acceder a los datos de los ciudadanos, ya sea a través de robo, recopilación o compra de información. Por esta razón, prohibir una sola aplicación de redes sociales no solucionará los problemas relacionados con la privacidad de los datos. La comunidad de expertos aboga por la necesidad de una legislación integral en materia de privacidad del consumidor para realmente proteger la información personal de los ciudadanos.
La crítica también apunta a que el cierre de plataformas de comunicación, o su reestructuración forzada debido a preocupaciones por propagandas extranjeras, puede interpretarse como un enfoque contrario a los principios democráticos. Tales medidas, que restringen el espacio para el diálogo y el debate, contravienen los valores que Estados Unidos ha promovido y defendido a nivel internacional.