En la reciente emisión de Bake Off, la noche del lunes estuvo marcada por la tensión y el nerviosismo al revelar los tres peores aspirantes de la jornada: Mark Vanderloo, Cristina Tárrega y Yurena. El jurado justificó sus elecciones basándose en la calidad de los platos presentados durante las pruebas, destacando las dificultades individuales que enfrentaron los concursantes. Yurena, quien debió ausentarse en una de las pruebas debido a problemas médicos relacionados con la presión arterial alta y mareos, fue una de las señaladas. Por su parte, Mark y Cristina no lograron alcanzar el nivel esperado en sus creaciones culinarias, según expresó Damián Betular, uno de los jueces, quien notó que «ninguno de los tres tuvo un buen día para las pruebas» de ese lunes.
Sin embargo, la velada dio un giro inesperado cuando el jurado decidió no eliminar a ninguno de los concursantes en este episodio, lo cual fue recibido con alegría momentánea entre los participantes. Esta decisión contenía una contrapartida: en el próximo programa habrá una doble expulsión, añadiendo un nivel adicional de presión para los concursantes que deberán mejorar su desempeño. La decisión no fue bien recibida por todos. Nagore Robles, colaboradora televisiva, expresó su descontento proclamando que alguien debería haber sido eliminado, pero no Yurena, argumentando que la promesa de una doble eliminación futura era una «trampa». Los concursantes ahora enfrentan el desafío de superar sus errores y demostrar su valía en el siguiente episodio.
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