Un desarrollador ha lanzado la primera aplicación pornográfica disponible para descarga en dispositivos iPhone, aprovechando una normativa reciente de la Unión Europea que permite el uso de tiendas alternativas de aplicaciones. Esta normativa busca aumentar la competencia y ofrecer a los consumidores más opciones, moviéndose en contra del monopolio que Apple mantiene a través de su App Store. A raíz de estas nuevas regulaciones, los desarrolladores ahora pueden distribuir aplicaciones a través de plataformas distintas a la oficial de Apple, lo que ha allanado el camino para la creación y distribución de esta polémica aplicación.
La llegada de esta aplicación ha generado un debate significativo respecto a la moderación de contenidos y el control parental en dispositivos tecnológicos. A pesar de ser legal bajo la nueva legislación de la UE, la aplicación ha suscitado preocupaciones entre padres y grupos pro-censura, que argumentan que facilitar el acceso a este tipo de contenido para los jóvenes podría ser perjudicial. Por otro lado, defensores de la libertad digital aplauden la medida como un avance hacia la diversidad de contenido y el empoderamiento del consumidor, aunque recalcan la necesidad de establecer controles adecuados para proteger a los menores de edad.
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