El Real Madrid de Xabi Alonso inició su nueva era con un empate decepcionante frente al Al Hilal en el Mundial de Clubes, en un partido que evocó las frustraciones de la era Ancelotti. A pesar de las expectativas, el equipo mostró debilidades conocidas, careciendo de fluidez e ideas ofensivas. El encuentro, jugado en condiciones sofocantes, vio al Madrid asumir un esquema 4-3-3 en el que la falta de eficacia persiste; evidencia de ello fue el penalti fallado por Fede Valverde. El equipo saudí, liderado por Ruben Neves, supo imponerse en el campo, evidenciando las carencias defensivas de los madrileños, quienes, a pesar de un gol de Gonzalo García, no lograron dominar el juego.
Xabi Alonso probó nuevas tácticas, buscando rigidez en la defensa y dinamismo en el ataque con jugadores como Tchouaméni y Bellingham. Sin embargo, el juego del Madrid no terminó de encajar, con problemas en los pases y lentitud en las transiciones, mientras jugadores clave como Vinicius y Rodrygo ofrecían actuaciones por debajo de lo esperado. La entrada de Modric y Arda Güler intentó revitalizar el equipo, pero la creatividad siguió siendo esquiva. A pesar de cerrar el partido asediando la portería rival, el Madrid no encontró el camino al gol, dejando en incertidumbre el futuro inmediato del proyecto de Alonso.
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