En un contexto de creciente preocupación, la presa de El Tejo en El Espinar, Segovia, ha sido objeto de dos declaraciones de emergencia en menos de 15 días, debido al deficiente estado de conservación de la estructura. Esta situación ha generado tensiones entre la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y el ayuntamiento local, quienes se acusan mutuamente de negligencia en el mantenimiento de la presa. La emergencia fue inicialmente declarada en el Consejo de Ministros el 14 de enero pasado, autorizando un gasto de 4,8 millones de euros para vaciar el embalse, cuyos 1,2 hectómetros cúbicos de capacidad representan un potencial riesgo en caso de rotura, pese a no tener una titularidad clara. La alarma entre los residentes se intensificó cuando, posterior a este anuncio, el Gobierno de la Junta de Castilla y León activó la situación 2 de emergencia, detallando términos como “rotura” y “avería” en sus comunicados.
La falta de mantenimiento y conservación adecuada de la presa ha sido el foco de una compleja responsabilidad compartida entre la CHD y el ayuntamiento, quienes no logran ponerse de acuerdo sobre la titularidad de la infraestructura. La Junta de Castilla y León ha solicitado información detallada al Ministerio para la Transición Ecológica para poder evaluar la gravedad de la situación y aplicar medidas de seguridad necesarias. Mientras, desde la CHD se reconoce que se está trabajando en un importante proyecto de ingeniería para garantizar la seguridad de la presa, incluyendo labores de vaciado y revisión de la infraestructura. A su vez, el ayuntamiento ha reiterado su comunicación constante con las autoridades competentes para recibir actualizaciones y actuar en caso de emergencia, instando a la población local a seguir las indicaciones de los servicios de emergencia para minimizar riesgos. En medio de estas disputas, queda claro que el objetivo primordial es garantizar la seguridad de los habitantes de El Espinar y evitar una catástrofe potencial.
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