En un controvertido evento político, la reciente toma de posesión de Donald Trump ha desencadenado una avalancha de críticas hacia algunos de los líderes más influyentes del sector tecnológico. Durante la ceremonia, Elon Musk, dueño de la plataforma X y conocido por su condición de multimillonario, fue captado haciendo un gesto que muchos interpretaron como un saludo nazi, alimentando la controversia y provocando la deserción masiva de usuarios de su plataforma. Esta polémica ha resurgido en un momento sensible, en medio de la reelección de Trump, y ha generado debates sobre la responsabilidad y el poder que ostentan los grandes empresarios tecnológicos en el escenario político actual.
La controversia no se limita solo a Musk, ya que otros gigantes tecnológicos como Mark Zuckerberg de Meta, Jeff Bezos de Amazon, Sundar Pichai de Google y Tim Cook de Apple también han expresado su intención de alinear sus intereses con el nuevo presidente. Esta postura de los llamados ‘tecnomillonarios’ ha provocado que muchos usuarios reevalúen su relación con los productos y servicios de estas empresas. Sin embargo, la falta de alternativas claras en el mercado complica la decisión para aquellos que consideran que el uso de estas plataformas ya no es coherente con sus valores personales, subrayando el dilema entre la conveniencia tecnológica y los principios éticos.
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