El secretario general de la OTAN ha anunciado que, antes de que finalice este año, los países miembros del organismo establecerán un nuevo objetivo en relación a su gasto militar, el cual superará «considerablemente» el actual umbral del 2% del Producto Interno Bruto (PIB) que se había fijado como meta mínima de defensa. Esta decisión responde a la creciente necesidad de adaptación frente a las amenazas globales emergentes y el actual escenario geopolítico marcado por conflictos y crisis. El anuncio se produce en un contexto de creciente presión sobre las economías de los estados miembros, que deberán equilibrar sus presupuestos nacionales para incrementar sus aportes a la defensa colectiva.
La previsión de este incremento, superior al 2% del PIB, busca reforzar las capacidades operativas y de respuesta rápida de la OTAN, en un esfuerzo por mantener su relevancia y efectividad como alianza militar. En los últimos años, diversas críticas han surgido dentro de la OTAN debido a que algunos de sus miembros no han alcanzado el umbral del 2%, lo que ha generado tensiones internas sobre el reparto equitativo de responsabilidades y recursos. Ante esta situación, la dirección del organismo se muestra decidida a implementar un reparto más justo de los esfuerzos económicos y a mejorar la capacidad de defensa y disuasión frente a potenciales adversarios.
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