En un panorama cinematográfico saturado de estrenos, las salas enfrentan una competencia feroz por captar a un público ávido de regresar a la gran pantalla. Sin embargo, empresas como Netflix continúan desafiando las normas tradicionales al preferir estrenos limitados en cines para posteriormente ofrecer su contenido en su plataforma digital de manera accesible y masiva. Este enfoque pragmático parece estar rindiendo frutos, pero desafía la esencia misma del cine como experiencia presencial y compartida. En medio de esta agitación, los estrenos buscan diferenciarse, pero muchas producciones enfrentan el reto de destacar en un mercado competitivo y sobrecargado.
Entre los estrenos destaca «Caza de brujas» de Luca Guadagnino, protagonizada por Julia Roberts. La película aborda temas actuales y complejos, como las relaciones en el entorno universitario de Yale. Sin embargo, a pesar del renombrado reparto y la anticipación que genera Roberts, la película ha sido criticada por carecer de profundidad y conexión emocional con los espectadores. Guadagnino intenta replicar la intriga y el estilo de cineastas a los que admira, como Woody Allen, pero la ejecución final se percibe como pretenciosa y poco convincente. A pesar de sus pretensiones, la obra no logra causar el impacto emocional ni intelectual que podría esperarse de un drama psicológico de esta índole.
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