Hace un año, se detectó por primera vez el salto de un virus de las aves a las vacas, marcando el inicio de un brote que hasta ahora ha sido difícil de controlar. A pesar de los esfuerzos por contener la situación, el cambio reciente en la administración ha generado preocupación entre los científicos, quienes alertan sobre las posibles consecuencias de la gestión actual. El nuevo equipo enfrenta críticas por la falta de medidas efectivas para frenar la propagación del virus, que ya ha afectado a múltiples regiones y amenaza con expandirse aún más.
Los expertos del sector de la salud pública señalan que el enfoque del gobierno podría no ser suficiente para mitigar un brote que parece estar fuera de control. Las estrategias adoptadas hasta ahora no han logrado detener el avance del virus, y la comunidad científica advierte sobre la necesidad urgente de implementar acciones más contundentes. El escepticismo en torno a la capacidad de la nueva administración para manejar la crisis pone en riesgo no solo la industria ganadera, sino también la salud pública en general, aumentando la presión para encontrar soluciones efectivas en medio de un contexto desafiante.
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