El fenómeno de la telerrealidad en España, en auge desde el inicio del nuevo milenio, encontró un espacio emblemático en el programa Gran Hermano, que ha cautivado a millones a lo largo de sus múltiples ediciones. Este formato se presentó no solo como una ventana al cotilleo de vidas ajenas, sino también como un «experimento sociológico» que permitía a los espectadores excusar su fascinación por el drama de los desconocidos que llenaban las pantallas. Entre estos personajes, Iván Armesto destacó como uno de los anónimos que habitó la primera edición del reality, donde logró un tercer lugar, mientras que Ismael Beiro se alzó con la victoria. Tras el programa, Armesto buscó su camino profesional, que incluyó una carrera como actor y la dirección de una empresa de figuración.
A lo largo de los años, Iván Armesto ha tenido una trayectoria versátil en el mundo del entretenimiento. Después de su debut actoral en El gran marciano, su carrera cobró impulso gracias a su colaboración con Santiago Segura en Padre no hay más que uno y otras producciones. Sin embargo, su papel más significativo ha sido detrás de las cámaras, donde su empresa ha contribuido en la figuración de más de 100 películas, trabajando junto a directores destacados como Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar. Esta combinación de experiencia actoral y producción lo ha consolidado como una figura multifacética en el panorama cinematográfico español.
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