El reciente ataque de EE. UU. a instalaciones nucleares en Irán ha desatado una contundente condena desde Rusia, que tilda de «peligrosa escalada» esta acción y advierte sobre sus posibles consecuencias para la seguridad regional y global. En respuesta a la situación, el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunirá con el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, quien ha reafirmado la estrecha relación estratégica entre Moscú y Teherán. Araqchi subrayó que Rusia ha estado involucrada en las conversaciones nucleares y ha sido constantemente informada sobre los avances y retrocesos en el diálogo con EE. UU.
Además, el Kremlin ha criticado abiertamente al presidente estadounidense, Donald Trump, por haber iniciado esta nueva confrontación bélica, a pesar de su promesa de reducir conflictos en el mundo. La respuesta de Rusia enfatiza que los ataques de EE. UU. no solo infringen el derecho internacional, sino que también ponen en peligro la credibilidad del Tratado de No Proliferación Nuclear. Moscú exige que la comunidad internacional, incluida la ONU y el Organismo Internacional de Energía Atómica, actúe con firmeza frente a las acciones de EE. UU. y abogue por una resolución pacífica y diplomática de la situación.
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