En medio de un panorama geopolítico incierto, la reciente falta de consenso en las esferas del poder estadounidense, conocido como «despecho oval,» ha generado una creciente preocupación en Ucrania y Europa Central sobre la continuidad del apoyo militar y logístico crucial proporcionado por Washington. La incertidumbre política ha surgido a raíz de divergencias internas que podrían llevar a un debilitamiento del respaldo de Estados Unidos, considerado vital para sostener las defensas ucranianas frente al conflicto en curso con Rusia. Las naciones del este de Europa temen que sin el suministro constante de municiones y armamento estadounidense, las fuerzas en el frente se vean exorbitantemente comprometidas, especialmente más allá del verano, cuando las condiciones operativas podrían cambiar drásticamente.
El apoyo de Estados Unidos ha sido un pilar fundamental desde el inicio del conflicto, y cualquier indicio de retirada o reducción podría tener repercusiones significativas no solo en el terreno militar, sino también en el equilibrio político de la región. Mientras tanto, Europa Central observa con aprensión la situación, entendiendo el impacto potencial de una disminución en la asistencia estadounidense. La falta de claridad sobre el futuro de esta alianza estratégica está llevando a los países afectados a contemplar escenarios alternativos y estrategias de contingencia para reforzar sus propias capacidades defensivas ante un posible recrudecimiento del conflicto. La incertidumbre política en Washington se ha convertido, así, en motivo de alarma para los líderes europeos quienes ven el tiempo como un factor crítico en el desarrollo de los acontecimientos.
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