Arnold Schwarzenegger, conocido como la encarnación del sueño americano, traía consigo un pasado marcado por la adversidad. Criado en Austria bajo la férrea disciplina de un padre que le infligía abusos físicos, logró emanciparse y buscar su camino en los Estados Unidos. Su ascenso a la fama como estrella del cine de acción no solo lo llevó a convertirse en ícono de Hollywood, sino que también lo condujo al ámbito político. Su interés por la política se despertó al seguir los debates entre Nixon y Humphrey, lo que lo llevó a identificarse con el Partido Republicano, una conexión que consolidaría en la década de los 80, compaginando sus exitosas películas con un creciente compromiso político bajo la influencia de su mentor, Ronald Reagan.
Schwarzenegger, apodado el «Governator», se lanzó a la carrera política con la ambición de ser gobernador de California, un sueño que concretó en 2003. Su trayectoria política lo posicionó como un referente dentro del Partido Republicano, aunque con una sensibilidad social que resonaba entre los demócratas. Durante su mandato, se destacó por sus políticas fiscales conservadoras y un enfoque liberal en asuntos sociales, distanciándose de la línea más reaccionaria del partido. Recentemente, no descartó la posibilidad de postularse nuevamente en 2024, enfatizando su carácter inquebrantable para desafiar las expectativas, al igual que en sus películas más emblemáticas.
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