La implementación de leyes de verificación de edad ha desatado una creciente controversia en el ámbito de la privacidad digital y los derechos civiles. En un principio concebidas para proteger a los menores del contenido inapropiado en la web, estas regulaciones han evolucionado hacia un enfoque que amenaza severamente la privacidad de todos los usuarios de internet. Bajo la apariencia de seguridad infantil, se despliega un sistema que recolecta una cantidad considerable de datos personales de cualquier usuario, sin importar su edad.
En los últimos meses, varios estados de Estados Unidos, como California y Nueva York, han propuesto leyes que exigen la verificación de edad para acceder a productos y servicios que anteriormente no requerían tal escrutinio, como los productos para el cuidado de la piel y aplicaciones de citas. Un ejemplo es la propuesta AB-728 en California, que obliga a las personas que compren cosméticos con ciertos químicos a proporcionar información personal a través de un sistema de verificación de edad. Aunque la intención sea la protección de la salud de los menores, estas normas facilitan la creación de esquemas de vigilancia, poniendo en riesgo la privacidad general.
De igual manera, la propuesta A3323 en Nueva York plantea que los servicios de citas verifican la edad, identidad y ubicación de los usuarios, lo cual implica la entrega de identificaciones emitidas por el gobierno junto a datos geográficos. Esta medida genera preocupación sobre el potencial mal uso de dicha información sensible, aumentando el riesgo de robos de identidad y otras formas de explotación.
En paralelo, en el estado de Washington, el proyecto de ley SB 5622 limita la venta de productos dietéticos a menores de 18 años, pero también requiere la recopilación de datos personales de todos los usuarios, exponiéndolos así a riesgos similares. Esta tendencia parece ser parte de una estrategia para instituir un sistema de vigilancia más amplio, justificado bajo la premisa de la protección infantil.
Cabe destacar que no existen métodos de verificación de edad completamente seguros que garanticen la protección de la privacidad. Al solicitar información de identificación personal, como identificaciones gubernamentales o datos biométricos, se incrementa la posibilidad de mal uso o filtración de estos datos en casos de ataques cibernéticos.
Los defensores de la privacidad digital manifiestan la urgencia de oponerse a estas regulaciones que, aunque buscan proteger a los jóvenes, comprometen gravemente los derechos de privacidad, seguridad y libertad de expresión en línea de la población en general. En lugar de promover la expansión de sistemas de vigilancia, resulta crucial que los legisladores consideren alternativas menos invasivas que protejan efectivamente a todos los usuarios sin poner en juego sus derechos fundamentales.
A medida que navegamos en un entorno digital en constante evolución, es esencial abogar por políticas que respeten la privacidad y fomenten un ambiente seguro y accesible para todos los ciudadanos.
