En una reciente guía dirigida a padres, divulgadoras y docentes han manifestado su preocupación por el acceso temprano de los niños a contenido XXX, advirtiendo sobre sus posibles consecuencias devastadoras. Según el informe, la primera exposición a contenido para adultos ocurre a los ocho años, lo que puede tener efectos perjudiciales en el desarrollo psicológico y emocional de los menores. Las especialistas enfatizan que el fácil acceso a este tipo de material en la era digital puede distorsionar la percepción de la sexualidad en los jóvenes.
Las autoras de la guía sostienen que la sociedad ha confundido la libertad sexual con la hipersexualización, subrayando la necesidad de una educación sexual adecuada que permita a los niños y adolescentes comprender de manera saludable y realista la sexualidad. La guía busca ser una herramienta útil para que los padres puedan abordar estos temas con sus hijos, promoviendo un diálogo abierto y educativo que contrarreste los efectos nocivos de la exposición prematura al contenido XXX.
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