El encuentro entre el Barcelona y el Rayo Vallecano estuvo marcado por la controversia arbitral, especialmente por la anulación de un gol del Rayo que habría significado el empate a uno. Jorge de Frutos, delantero del conjunto franjirrojo, expresó su desacuerdo con la decisión arbitral al considerar que su disparo fue legítimo y rápido, buscando que ningún defensa llegara antes al balón. Sin embargo, el colegiado Melero López, siguiendo las indicaciones de su juez de línea y del VAR, invalidó el gol por un supuesto fuera de juego posicional de Nteka, quien, según los presentes, evitó activamente involucrarse en la jugada. La decisión generó un intenso debate sobre la intervención del videoarbitraje y la percepción de injusticia en el resultado, ya que el Barcelona se llevó el partido por la mínima.
Este no fue el único episodio polémico del encuentro. Al Rayo no se le concedió un claro penalti por un agarrón a su jugador Mumin, decisión que contrastó con otra situación en el área contraria, donde se señaló un penalti tras una revisión del VAR por un agarre a Iñigo Martínez, permitiendo a Lewandowski adelantar al Barcelona desde los 11 metros. Los aficionados y jugadores del Rayo manifestaron su sentimiento de agravio tras otra jugada en la que Ciss fue víctima de un penalti por parte de Pau Cubarsí que no fue revisado ni sancionado. Estos incidentes alimentan las críticas hacia las decisiones arbitrales recientes en la liga española, sumando capítulos a una temporada repleta de polémicas.
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