Dalicer Cedeño, una entusiasta venezolana radicada en Madrid, ha adoptado un estilo de vida poco convencional para compaginar sus responsabilidades laborales y personales. Vistiendo mallas deportivas para ir a la oficina, Cedeño optimiza su tiempo al máximo, permitiéndole asistir puntualmente a sus clases de disciplina física, una actividad que no solo ama, sino que también le ha permitido enamorarse de la vibrante ciudad madrileña.
Para Cedeño, sentarse y respirar ha devenido en una práctica esencial que considera la base del autoconocimiento. Esta técnica le ha proporcionado un equilibrio integral, ayudándole a navegar el ajetreo diario con mayor conciencia y serenidad. Su vivencia refleja cómo la simplicidad de conectar con uno mismo puede transformar rutinas cotidianas, promoviendo un estilo de vida más saludable y pleno.
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