A ocho kilómetros de distancia, las calles Eduardo Dato y Estafeta se convierten en epicentros de dos rituales diferentes para celebrar con fervor la festividad del santo navarro. En cada una de estas ubicaciones, los habitantes y visitantes participan en actividades distintivas que reflejan la identidad cultural y religiosa de la región, demostrando la pasión con la que honran la tradición y la fe que comparten.
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