El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su retiro de la carrera presidencial de noviembre, cediendo ante las presiones de destacados demócratas, y acusando a Barack Obama de orquestar su salida. La relación entre ambos se ha deteriorado desde 2016, cuando Obama persuadió a Biden de no postularse, lo que consolidó el fracaso de Hillary Clinton frente a Donald Trump. El presidente apoya a Kamala Harris como posible sucesora, aunque aún no ha sido designada oficialmente, y el silencio de Obama sobre su respaldo genera incertidumbre. La tensión en el partido demócrata se intensifica a pocos días de la convención y con los republicanos unidos tras un atentado contra Trump.
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