La corrida en la Plaza de La Maestranza dejó un sabor agridulce en su decimoquinta tarde de la Feria de Abril, con toros de El Parralejo que no cumplieron con las expectativas. El público presenció una lidia marcada por la invalidez y descastamiento de los animales, visiblemente inapropiados para el ruedo. El sexto toro fue una excepción, mostrando movilidad suficiente para que David de Miranda pudiera lucirse. A través de una faena llena de temple y elegancia, el torero onubense alcanzó el triunfo y logró salir a hombros por la Puerta del Príncipe. La actuación de De Miranda arrancó con estatuarios y una eficaz estocada que emocionaron a los asistentes, asegurando así un doble trofeo, muy merecido según la afición.
Cayetano Rivera se despidió entre aplausos a pesar de enfrentarse a toros que fueron calificados como una caricatura de lidia. Mientras, Roca Rey no encontró el éxito debido a la desgana de los animales. El ambiente en el ruedo se tornó incómodo por la presencia de toros que se desplomaban en la arena y la inquieta reacción del público. No obstante, una secuencia destacada fue el quite de De Miranda, reconocido por el respetable, que provocó a Roca a realizar una serie de gaoneras emocionantes. Esta tarde será recordada por el contraste de la gloria de De Miranda y la debacle de una cuadrilla de toros que dejó mucho que desear.
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