Las lluvias torrenciales que azotaron la provincia de Valencia a finales de octubre de 2024 tuvieron consecuencias devastadoras, elevando el número de muertes por inundaciones a 232 personas, lo que representa el 70% de las muertes por este tipo de desastres en Europa durante el año. Este evento catastrófico forma parte del análisis del Informe sobre el Estado del Clima Europeo de 2024, elaborado por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Las conclusiones del informe subrayan un clima cada vez más hostil debido al calentamiento global, que ha causado un aumento de los eventos meteorológicos extremos, como olas de calor y fuertes lluvias. Además, el informe revela que 2024 fue el año más cálido registrado en Europa, con un planeta que continúa experimentando un calentamiento acelerado y sus consecuentes desastres naturales.
El impacto económico de las lluvias en Valencia y en otras partes de Europa fue severo, con pérdidas estimadas en 16.500 millones de euros solo para la región valenciana. El informe de Copernicus también alerta sobre el aumento de las precipitaciones extremas y el riesgo creciente de inundaciones en el continente. A pesar de que el 51% de las ciudades europeas han adoptado planes de adaptación al clima, quedan importantes desafíos por abordar, como la gestión de la planificación urbana y la construcción en zonas inundables. El documento remarca la necesidad imperiosa de adaptarse al cambio climático, ya que cada incremento adicional en la temperatura global agrava los riesgos para la sociedades y economías humanas. La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, enfatiza que es crucial la adaptación como medida de protección ante futuros desastres.
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