El ministro de Defensa de Finlandia, Antti Häkkänen, ha expresado su preocupación por el incremento de la presencia militar rusa en el mar Báltico, especialmente en el contexto de la protección de buques de lo que ha denominado «flota fantasma». En una reciente entrevista, Häkkänen destacó que Rusia ha intensificado sus actividades militares de escolta en la región, una evolución que representa un cambio significativo en la estrategia del Kremlin en la zona. Este refuerzo de la capacidad militar rusa se interpreta como un acto de agresión que aumenta la tensión entre Moscú y Europa, en un momento en que Finlandia y Suecia han reforzado sus sistemas de defensa tras unirse a la OTAN.
A pesar del crecimiento militar ruso, Häkkänen ha subrayado que no constituye una amenaza inmediata para Finlandia, instando a la calma entre la población. Sin embargo, sus comentarios se producen en un contexto de creciente inquietud, tras un incidente reciente que involucró a un barco de la flota fantasma que desobedeció órdenes de las autoridades de Estonia y la violación del espacio aéreo finlandés por parte de aviones militares rusos. Esta situación refleja las tensiones persistentes en la región y la necesidad de estar alerta ante la agresividad rusa, aunque el ministro insiste en que la seguridad nacional de Finlandia no se ve comprometida en este momento.
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