La cuidadora implicada en un caso de presunto maltrato infantil ha sido puesta en libertad, aunque con la imposición de una orden judicial que le prohíbe trabajar con menores. La decisión fue tomada por el juzgado competente tras evaluar las pruebas presentadas durante la audiencia preliminar. Las autoridades habían detenido a la cuidadora a inicios de semana después de recibir múltiples denuncias de padres preocupados por el bienestar de sus hijos en un centro infantil de la capital. Durante el proceso judicial, se presentaron testimonios y videos que documentaban comportamientos inapropiados por parte de la acusada, lo que motivó la medida restrictiva.
A pesar de su liberación, la cuidadora enfrenta un juicio donde se determinará su culpabilidad y posibles sanciones adicionales. Mientras tanto, el centro infantil ha sido sometido a una supervisión exhaustiva por las autoridades educativas y sanitarias para asegurar que los protocolos de protección infantil se cumplan rigurosamente. Este caso ha despertado un intenso debate social sobre los controles y regulaciones en las instituciones que cuidan a menores, generando un llamado a las autoridades para que refuercen las inspecciones y estándares de formación para el personal. Padres y organizaciones de defensa infantil han expresado su preocupación y buscan que se tomen medidas preventivas para evitar que situaciones similares se repitan.
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