Cuba enfrenta una nueva crisis energética que dejó a la isla completamente a oscuras, un colapso que se venía gestando desde el fin de semana con apagones en las provincias orientales y en zonas como Matanzas y La Habana. Esta situación no es inédita, ya que es la quinta ocasión en menos de dos años que el país sufre apagones masivos. El colapso total del sistema energético fue confirmado por la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) este miércoles. Las reacciones de los ciudadanos han sido de descontento y frustración, manifestadas en redes sociales, pues estos apagones traen consigo un sinfín de inconvenientes diarios como la falta de alimentos frescos, agua y un aumento en las temperaturas, que exacerban el malestar general.
La causa del apagón está vinculada a una falla en la termoeléctrica Antonio Guiteras, la más grande del país. El Ministerio de Energía y Minas informó que aún se investigan las causas exactas, mientras el gobierno, encabezado por Miguel Díaz-Canel, ha asegurado que trabajan intensamente para reconectar el sistema eléctrico. A pesar de los intentos gubernamentales de estabilizar la situación, la infraestructura energética sigue obsoleta, y especialistas calculan que una renovación efectiva costaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares. La crisis se agrava por la falta de combustible, y aunque algunos cubanos recurren a alternativas como plantas o paneles solares, muchos otros expresan su desesperación e incluso protestan, solo para ser rápidamente silenciados por las autoridades.
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