En un operativo reciente, las autoridades detuvieron a dos personas de nacionalidad rumana y georgiana en varias comunidades de vecinos. Los individuos fueron sorprendidos mientras marcaban viviendas y forzaban puertas, un método común entre bandas dedicadas al robo domiciliario. Las detenciones se realizaron gracias al trabajo coordinado de la policía local y la colaboración de los residentes, quienes alertaron sobre movimientos sospechosos en la zona.
Las comunidades afectadas han expresado su agradecimiento por la rápida intervención de las fuerzas del orden, lo que ha permitido evitar posibles robos. Según fuentes policiales, es fundamental que los vecinos mantengan la vigilancia y reporten cualquier actividad anómala para prevenir futuros incidentes. Las autoridades están analizando las conexiones de los detenidos con otras posibles operaciones criminales en la región, mientras se evalúan medidas adicionales para reforzar la seguridad en estas áreas residenciales.
Leer noticia completa en El Mundo.