En el complejo proceso de adquirir una vivienda, muchos compradores se enfrentan a errores legales que podrían tener consecuencias financieras significativas. Ana García, abogada especializada en derecho inmobiliario, advierte sobre cuatro errores comunes que pueden arruinar el sueño de tener un piso propio.
El primer punto crítico es la verificación del título de propiedad. “Es esencial asegurarse de que el vendedor es el propietario legítimo y que no existen cargas o gravámenes sobre la propiedad”, destaca García. Muchos confían en la palabra del vendedor y omiten este paso crucial, lo que puede provocar conflictos legales en el futuro.
Otro error habitual es no examinar con detenimiento los contratos de arras. “Muchos compradores los firman sin comprender las condiciones y compromisos adquiridos”, explica. Esto podría resultar en la pérdida de dinero si se decide cancelar la compra y no se cumplen las cláusulas establecidas.
La financiación es otro escollo importante. García hace hincapié en la necesidad de conocer a fondo los términos de la hipoteca. “En ocasiones, se aceptan condiciones que no se comprenden por completo, lo que podría llevar a pagos mensuales más altos o a penalizaciones en caso de cancelación anticipada”, advierte la experta.
Por último, es crucial prestar atención a las normativas locales y las posibles licencias de obra. “Verificar que todas las reformas y mejoras cuentan con la documentación necesaria es fundamental”, añade García. Ignorar este aspecto podría conllevar sanciones o incluso la obligación de desalojar la vivienda.
García concluye subrayando que contar con asesoría legal durante el proceso de compra de un inmueble no solo es recomendable, sino esencial para evitar errores que podrían comprometer seriamente el futuro de los compradores. Cambiar los hábitos a la hora de adquirir una propiedad puede marcar la diferencia entre una inversión segura y una amarga decepción.