Un reciente estudio ha señalado que los episodios de calor transitorio, comúnmente conocidos como sofocos, son un indicador más preciso para diagnosticar el inicio de la menopausia que los cambios menstruales. Mientras que tradicionalmente la variación en el ciclo menstrual ha sido considerada como un síntoma primario, la investigación resalta que el rubor y la sudoración asociados a estos episodios de calor son indicadores tempranos y más consistentes del inicio de esta etapa en las mujeres. Estos hallazgos podrían cambiar el enfoque clínico para identificar con mayor precisión y rapidez el comienzo de la menopausia.
Los sofocos, que pueden surgir de manera repentina y causar incomodidad significativa, resultan ser una señal reveladora que no solo mejora la comprensión de los síntomas menopáusicos, sino que también ofrece a las mujeres y a los profesionales de la salud una herramienta más clara para el diagnóstico. La investigación subraya la importancia de reevaluar los métodos tradicionales en el diagnóstico de la menopausia, sugiriendo que un enfoque centrado en estos episodios puede conducir a intervenciones más efectivas y a una mejor preparación para afrontar los efectos de esta transición natural en la vida de las mujeres.
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