Un crucero por el río Saona ofrece una experiencia única para los amantes del vino, especialmente aquellos interesados en las ofertas exquisitas de Borgoña. A bordo, los pasajeros son agasajados con una gastronomía que eleva la experiencia de viaje a un nivel sublime. Cada comida es un homenaje a la rica tradición culinaria francesa, perfectamente acompañada por una cuidadosa selección de vinos que destacan por su sabor y calidad. Esta travesía permite a los viajeros adentrarse en el mundo del vino borgoñés, explorando cada matiz y aroma en un entorno de lujo flotante.
El itinerario del crucero se detiene en varias ciudades románticas de Francia, ofreciendo una mezcla de paisajes encantadores y cultura local. Los pasajeros tienen la oportunidad de visitar pintorescos pueblos, con callejuelas adoquinadas y una rica historia que impregna el ambiente. En cada parada, la herencia francesa cobra vida, brindando a los viajeros momentos inolvidables en lugares que parecen salir de un cuento. Este viaje no es solo un recorrido por el río, sino una inmersión en el corazón de la tradición y el placer sensorial.
Leer noticia completa en El Mundo.