La federación más influyente dentro del partido se reúne este sábado con el objetivo de elegir a su nueva dirección, en un encuentro marcado por las tensiones generadas por los recientes pactos con el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC). Esta elección es vista como un evento crucial en el que los diferentes líderes y corrientes internas buscarán consolidar su poder e influencia, en un contexto donde las alianzas con el PSC han generado divisiones significativas entre los miembros del partido. Algunos sectores defienden estos acuerdos como una oportunidad para garantizar la estabilidad política y avanzar en determinadas agendas comunes, mientras que otros los critican por considerarlos una traición a los principios fundamentales del partido.
El debate en torno a estos pactos se ha intensificado en las semanas previas a la elección, con múltiples voces al interior del partido que exigen mayor claridad y transparencia en torno a las decisiones estratégicas, especialmente aquellas que involucran colaboraciones con fuerzas políticas externas. En este clima de tensión, la elección de la nueva dirección de la federación se presenta no solo como un desafío de liderazgo, sino también como un termómetro que medirá el grado de cohesión o fractura interna ante las decisiones políticas recientes. El resultado de esta votación podría redefinir el rumbo del partido en el corto plazo y establecer el tono de las relaciones futuras tanto a nivel interno como con otras fuerzas políticas en la región.
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