En la capital catalana, el partido independentista lleva a cabo un proceso de primarias que se desarrolla en medio de un intenso debate interno. La discusión se centra en los posibles pactos con el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) y la eventual participación en el gobierno municipal liderado por Jaume Collboni. Este escenario refleja las tensiones dentro del partido, dividido entre mantener una postura de independencia rigurosa y explorar acuerdos estratégicos que podrían ofrecer una influencia política más directa en la administración de la ciudad.
Las primarias han captado la atención no solo de los militantes, sino también de los observadores políticos que ven en ellas un termómetro para medir la dirección futura del partido. La posibilidad de unirse al gobierno local plantea interrogantes sobre la capacidad de los independentistas para colaborar con fuerzas consideradas tradicionales, y sobre cómo este movimiento podría impactar en su base electoral, tradicionalmente crítica de acuerdos con el PSC. La decisión final podría redefinir la dinámica política no solo en la capital catalana, sino en toda Cataluña, donde las alianzas locales tienen implicaciones a nivel regional.
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