Vuelco significativo en la dirección de Esquerra Republicana en Barcelona, donde la federación más grande del partido ha visto un cambio en sus líderes. Eva Baró, presidenta actual, fue derrotada en las elecciones internas por Creu Camacho, quien lidera la formación en L’Eixample. La candidatura oficialista de Baró, Endevant Barcelona, perdió por solo 14 votos frente a Dignitat Barcelona, respaldada por críticos. Con el 71% de participación de los afiliados, este resultado es un revés para la nueva dirección nacional de Oriol Junqueras y Elisenda Alamany. La votación sugiere el posible distanciamiento de un acuerdo con el Gobierno municipal del socialista Jaume Collboni, que había sido negociado por Baró y Alamany.
El futuro del pacto con Collboni fue el punto central del enfrentamiento entre las candidaturas. Mientras Camacho y su equipo se opusieron a gobernar con los socialistas, Baró prefirió debatir internamente sus méritos. El órgano de dirección enfrenta desafíos en mantener la cohesión, ya que las dos principales sensibilidades del partido en Barcelona, que habían unido fuerzas con Baró, quedaron ahora fuera del liderazgo. Camacho busca reformar ERC Barcelona, centrando esfuerzos en las elecciones municipales de 2027. La elección marca un cambio profundo en la estructura de poder del partido, afectando tanto a la dirección nacional como al grupo municipal.
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