La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria de alarmantes proporciones, un hecho que se agrava con cada día que pasa sin la llegada de ayuda esencial. La situación ha llegado a un punto crítico, donde la intensificación de la desnutrición y condiciones insalubres ha obligado a las agencias humanitarias a cerrar sitios de nutrición y detener significativamente la prestación de servicios clave.
Las agencias de socorro de la ONU han informado que un bloqueo prolongado, que ya supera los 52 días, ha frenado la entrada de alimentos, suplementos nutricionales y tratamientos vitales para la desnutrición. Esto ha provocado un aumento alarmante de casos de desnutrición, afectando especialmente a los niños, el grupo más vulnerable de la población.
Louise Wateridge, alta oficial para Emergencias de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), ha pintado un panorama sombrío de la situación. En contacto permanente con colegas en Gaza, Wateridge describe una comunidad sumida en el caos, enfrentando bombardeos intensos combinados con una falta crítica de las necesidades básicas para la supervivencia.
La crisis alimentaria está emparejada con condiciones de insalubridad que agravan aún más el escenario. Las aguas residuales y el exceso de basura en las áreas donde se refugian los desplazados han generado un entorno propicio para la proliferación de enfermedades. «Las ratas y otros roedores representan una amenaza adicional», advierte Wateridge, subrayando la importancia de limpiar estos espacios para prevenir potenciales brotes de enfermedades.
La infraestructura sanitaria de Gaza está colapsando. Con pocos hospitales en funcionamiento, la escasez de medicamentos y suministros médicos es crítica para atender a los heridos y enfermos. A pesar de los esfuerzos titánicos de los equipos de la UNRWA por mantener campañas sanitarias, los recursos son escasos. Cada hora que pasa, la necesidad de ayuda se vuelve más urgente.
El cerco sobre Gaza y las restricciones a la entrada de suministros han hecho «más imposible» la tarea de las organizaciones humanitarias al intentar ofrecer el necesario alivio. La ONU confirma que esta región está encarando la peor crisis humanitaria desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, marcando los últimos 18 meses como un periodo especialmente crítico.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha destacado que las barreras persistentes al acceso de ayuda humanitaria han empeorado, con una cantidad significativa de solicitudes de asistencia rechazadas o retrasadas por las autoridades israelíes. La comunidad internacional observa con creciente preocupación cómo el deterioro de la situación humanitaria en Gaza afecta la vida diaria de miles de familias, que luchan por sobrevivir en medio de una devastadora crisis.