La tregua entre Israel y el grupo chií libanés Hezbolá, vigente desde el 27 de noviembre, cumple un mes en medio de tensiones y violaciones del cese al fuego, según denuncias del gobierno libanés. A pesar de los llamados a la retirada de tropas, el ejército israelí ha mantenido bombardeos en el sur del Líbano, alegando la presencia de combatientes de Hezbolá e infraestructuras militares. El acuerdo inicial estipuló que Hezbolá debía replegarse al norte del río Litani, mientras que las tropas israelíes se retirarían al sur para facilitar el despliegue gradual del ejército libanés en un plazo de 60 días. Sin embargo, las violaciones del acuerdo, como la movilización de tanques israelíes en las inmediaciones de la ciudad de Jiam, han entorpecido este proceso.
Durante este mes de tregua, al menos 20 personas han perdido la vida y otras 16 han resultado heridas en ataques israelíes contra localidades en el sur del Líbano, según fuentes oficiales y medios locales libaneses. El primer ministro libanés, Najib Mikati, ha denunciado más de 60 violaciones del alto el fuego por parte de Israel en la primera semana y ha instado a que el cese de hostilidades se traduzca en una estabilidad permanente. Por su parte, Hezbolá proclamó su «victoria» al inicio de la tregua, alegando haber derrotado al ejército israelí tras un periodo de intensificación de operaciones en septiembre. La organización ha asegurado que sus combatientes están listos para responder a cualquier agresión de Israel, mientras la comunidad internacional sigue de cerca el delicado equilibrio de paz en la región.
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