En un hecho sin precedentes en las últimas dos décadas, el Parlamento argentino ha anulado el veto presidencial a una ley de discapacidad que había generado controversia y protestas masivas. La legislación, que busca mejorar los derechos y beneficios de las personas con discapacidad, había sido rechazada por el Gobierno debido a preocupaciones sobre su impacto presupuestario. Sin embargo, el Congreso decidió revocar esta decisión, reflejando un consenso generalizado sobre la importancia de avanzar en medidas inclusivas.
Este suceso marca un hito en la política argentina, ya que no se había producido una anulación de veto presidencial desde hace 22 años. El movimiento fue impulsado por una fuerte presión social y por asociaciones de derechos humanos que abogaban por una mayor equidad y justicia para los ciudadanos con necesidades especiales. La acción del Parlamento subraya un compromiso renovado con los derechos civiles y destaca la creciente influencia de los movimientos sociales en la agenda política del país.
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