El conflicto bélico en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) ha intensificado de manera alarmante, provocando la muerte de aproximadamente 3.000 personas y dejando a 2.880 heridos en un plazo de menos de dos semanas, según informó Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos. Este viernes, durante la inauguración de una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos, Türk advirtió que las cifras reales podrían ser aún más elevadas, resaltando la gravedad de la crisis. El aumento de los enfrentamientos ha venido acompañado por un preocupante incremento de la violencia sexual, lo que ha llevado a la comunidad internacional a concentrar sus esfuerzos en abordar esta emergencia humanitaria.
La situación en la RDC ha generado una ola de preocupación a nivel global, motivando al Consejo de Derechos Humanos a celebrar una sesión extraordinaria enfocada en esta creciente espiral de violencia. La intensificación del conflicto no solo representa un retroceso en los esfuerzos de paz para el país, sino que también plantea serios desafíos para la protección de los derechos humanos en la región. La comunidad internacional, alertada por las palabras de Türk, evalúa medidas y respuestas coordinadas que permitan mitigar la tragedia humanitaria que se desarrolla en el noreste del Congo. La violencia sexual, en particular, subraya la urgencia de mecanismos de protección más efectivos para las poblaciones vulnerables atrapadas en medio del conflicto.
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