Este año ha sido testigo de un cambio significativo en la regulación de la actividad en línea en Estados Unidos, con la aprobación de leyes que exigen a plataformas digitales verificar la edad de sus usuarios. Aproximadamente la mitad de los estados han implementado estos requisitos bajo la categoría de medidas de «seguridad en línea» para los más jóvenes, una etiqueta que los críticos, incluida la Electronic Frontier Foundation (EFF), ven con escepticismo.
La EFF ha sido vocera activa en el rechazo de estas leyes, argumentando que no solo constituyen una censura del internet y obstaculizan la libertad de expresión, sino que también comprometen la privacidad y el anonimato de los usuarios. Según la organización, las herramientas designadas para verificar la edad, como controles de identificación o escaneos biométricos, son invasivas y a menudo poco fiables. A pesar de estar presentadas como salvaguardas para los niños, las propuestas pueden causar más perjuicio que beneficio, creando barreras significativas en el acceso a contenido legítimo y educativo para usuarios de todas las edades.
Estados como Texas, Florida, e Indiana han sido proactivos en la promulgación de estas leyes, mientras que lugares como Mississippi y Ohio, aún sin mandatos explícitos, advierten a las plataformas de posibles responsabilidades legales si permiten acceso a material inadecuado para menores. Estas normativas, según la EFF, resultan en una forma insidiosa de autocensura por parte de los proveedores de contenido, quienes podrían optar por restringir material que, aunque potencialmente controversial, no es necesariamente dañino.
La situación legal en EE. UU. sigue siendo incierta. Numerosos tribunales han dictaminado que estas leyes contravienen la Primera Enmienda, reafirmando que es prácticamente inviable imponer verificaciones de edad sin infringir derechos constitucionales. No obstante, las propuestas legislativas han proliferado durante 2024, evidenciando una tendencia hacia una regulación más estricta de la interacción en línea, especialmente para jóvenes.
La EFF ha sido incansable en su oposición, involucrándose en casos judiciales y promoviendo acciones legislativas para derogar o modificar dichos mandatos. En California y Nueva York, la organización ha liderado esfuerzos para resaltar las incompatibilidades entre estas leyes y los derechos fundamentales. En Texas, incluso han llevado su resistencia hasta la Corte Suprema de EE. UU., desafiando la constitucionalidad de las medidas impuestas.
A medida que el año se aproxima a su fin, el debate en torno a las leyes de verificación de edad en línea se intensifica. La EFF continúa en su labor por un internet libre, accesible y seguro, defendiendo la protección de la privacidad y la expresión de todos los usuarios y subrayando que la vigilancia excesiva y las restricciones no deben ser el costo de la seguridad en línea. La contienda legal y legislativa avanza, y su desenlace podría redefinir significativamente el futuro del acceso a la información digital en el país.